La violencia volvió a empañar una noche de fútbol en Argentina, luego de que el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana entre Independiente y la U de Chile, disputado en Avellaneda, no pudo completarse tras los graves incidentes registrados en las tribunas, que dejaron heridos, detenidos y un fuerte cruce de responsabilidades.
Desde el inicio, la situación se desbordó cuando hinchas visitantes, ubicados en la parte superior de la tribuna Sur, comenzaron a arrojar butacas, botellas y proyectiles hacia los sectores ocupados por los simpatizantes locales. La policía ordenó el desalojo, pero el clima de violencia se intensificó y derivó en enfrentamientos dentro y fuera del estadio Libertadores de América-Ricardo Bochini. El encuentro terminó cancelado y las repercusiones no tardaron en llegar.
Daniel Schapira, directivo de la U de Chile, fue uno de los primeros en manifestarse con indignación ante lo ocurrido: “Terrible, es increíble esto. No se puede creer. Siempre nos pasa algo. Es también un tema de organización: no pueden poner a la hinchada de la U arriba de la barra de Independiente. Aquí hay problemas de todos. Esto se convirtió en un circo”.
El dirigente advirtió sobre las consecuencias deportivas que afrontará la institución: “Nos van a prohibir ser visitantes. Es muy difícil el control. Vamos a ser sancionados, no hay ninguna duda. Van a ser sanciones duras. Siempre estamos viviendo lo mismo, es desesperante. Es un tema social, cultural; esto es mucho más que fútbol. Nos dieron 3.500 entradas y mira lo que pasa”.
Mientras tanto, tras la suspensión y el operativo policial que se desplegó en la zona, más de 300 hinchas chilenos fueron detenidos y trasladados hacia Puerto Madero para su identificación. El episodio escaló hasta el plano político y motivó la reacción del presidente de Chile, Gabriel Boric, quien se expresó a través de su cuenta oficial en la red social X.
“Lo sucedido en Avellaneda entre las hinchadas de Independiente y Universidad de Chile está mal en demasiados sentidos, desde la violencia en las barras hasta la evidente irresponsabilidad en la organización. La Justicia deberá determinar los responsables. Ahora nuestra prioridad como Gobierno es conocer el estado de nuestros compatriotas que han sido agredidos, asegurar su atención médica inmediata y que a quienes están detenidos se les respeten sus garantías. Para ello estamos trabajando con Embajada, Consulado, Cancillería y Ministerio del Interior”, remarcó el mandatario, y agregó: “Y no, nada justifica un linchamiento. Nada”.
Por su parte, José Antonio Viera Gallo, embajador de Chile en Argentina, confirmó que hubo heridos de consideración entre los fanáticos trasandinos: “La policía va entregando información en la medida que la va teniendo, y lo que tenemos es que hay un herido grave”.